Zero Motorcycles S y DS 2012: Fe en la electricidad

© Zero Motorcycles/DSvisualprojects.
Índice

Un día llegan los chicos de Zero Motorcycles y te dicen que no, que las motos eléctricas no tienen por qué ser necesariamente pequeños scooters para ir de casa al trabajo y del trabajo a casa. Que ni siquiera tienen que ser scooters, sino que pueden ser motos de verdad, de las que dejan que te diviertas sin salir de casa pensando hasta dónde te alcanzará la batería esta vez.

© Zero Motorcycles/DSvisualprojects.

En la compañía californiana (situada en Santa Cruz, en pleno Silicon Valley) lo tienen claro: uno de los grandes problemas que arrastra el mercado de las motos eléctricas es que está lleno de espectaculares promesas que nunca llegan a la realidad. Por esa razón, para dejar claro dónde está exactamente su producto, decidieron convocar a un grupo de periodistas europeos en Barcelona y poner la mejorada gama 2012 a su disposición.

© Zero Motorcycles/DSvisualprojects.

El resultado fue cuanto menos sorprendente: una ruta de 120 kilómetros sin recargar, por todo tipo de carreteras, no precisamente a ritmo de paseo, y con puntas que validan los más de 120 km/h de velocidad máxima establecidos por el fabricante para dos de los nuevos modelos 2012. Siempre quedarán las inevitables comparaciones con las motos de gasolina, pero está claro que la electricidad ha llegado para quedarse, y además lo va a hacer.

© Zero Motorcycles/DSvisualprojects.

Batiendo al primer enemigo

El recorrido base de la prueba (del que proceden los datos anteriormente reseñados) se cubrió con las nuevas Zero S y Zero DS, que comparten el revolucionario sistema de propulsión Z-Force y en 2012 han protagonizado un importantísimo salto adelante en cuanto a autonomía y capacidad.

© Zero Motorcycles/DSvisualprojects.

Zero Motorcycles partió del mismo chasis de aluminio para ofrecer estos dos modelos Steetfighter y Dual Sport que, durante la presentación, probamos en su variante más potente de 9 kWh de capacidad máxima. La Zero S ofrece actualmente los mejores niveles de prestaciones en la marca norteamericana, con una autonomía máxima de 183 kilómetros entre cargas y una velocidad punta (real) de nada menos que 142 km/h, que ya no son ninguna broma. Su hermana Dual Sport cuenta, por configuración, con una autonomía ligeramente menor (180 kilómetros) y una velocidad máxima de 129 km/h. Ambas pesan 155 kg, un dato bastante destacable si tenemos en cuenta que el peso de las baterías suele ser un lastre importante para las motos eléctricas.

© Zero Motorcycles/DSvisualprojects.

Conducir una moto 100% eléctrica exige unos kilómetros iniciales de adaptación. El ruido de un motor de combustión y el tacto de la marcha engranada nos dan una idea bastante precisa sobre la velocidad a la que circulamos. En una Zero el motor únicamente produce un ligerísimo zumbido que va subiendo el volumen a medida que aumentamos la velocidad. No hay embrague ni cambio de marchas, de manera que el primer paso consiste en tomar nuevas referencias sonoras.

© Zero Motorcycles/DSvisualprojects.

Así lo hicimos en la primera parte del recorrido, que transcurrió por una carretera que parecía diseñada expresamente para agotar la carga de cualquier moto eléctrica, con una subida muy pronunciada de varios centenares de metros por una pista bastante rota. Este tramo sirvió para sacar las primeras conclusiones en firme, porque la Zero S llegó al primer alto en el camino con las 11 rayas que muestran el nivel de carga todavía intactas.

© Zero Motorcycles/DSvisualprojects.

Un poco más rápido

A medida que pasaron los kilómetros, por vías cada vez más rápidas, también fuimos tomándole el pulso a la experiencia completamente nueva que supone conducir una moto eléctrica: la ausencia casi total de ruido deja escuchar otras cosas que normalmente pasan desapercibidas, como el sonido de las pinzas mordiendo los discos, o el trabajo de las suspensiones. También el ronroneo de la cadena está ausente, porque ambas motocicletas emplean una correa Poly Chain GT carbon cuyo funcionamiento es muy suave.

© Zero Motorcycles/DSvisualprojects.

La Zero S es una moto de tamaño reducido (incluso demasiado para personas de cierta altura) y altamente manejable tanto en tramos urbanos como en carretera abierta. El asiento se encuentra a solo 832 mm del suelo, y los neumáticos de 110/70 y 130/70 montados sobre llantas de 17 pulgadas dejan inclinar la moto con suma facilidad aunque no dan una confianza extrema. La variante DS es algo más cómoda, con un asiento a 883 mm del suelo y una posición de conducción ligeramente más erguida.

Lo que comparten ambos modelos es la absoluta suavidad del sistema de propulsión Z-Force. Los ingenieros de Zero Motorcycles aplicaron un pequeño lapso entre el uso del puño del gas y la entrega de potencia para mitigar la brusquedad de los motores eléctricos. Con ello, disponemos de un arranque muy progresivo para, pasados los primeros metros, disponer de todo el par que nos da el motor eléctrico. La ausencia de vibraciones es además casi total a cualquier velocidad, como comprobamos en la siguiente (y excitante) parte de la prueba.

© Zero Motorcycles/DSvisualprojects.

Homenaje a la historia en el Autódromo de Sitges

Cubierta buena parte del recorrido por carretera con las Zero S y DS, llegó el momento de poner a prueba la primera de ellas en el tristemente abandonado Autódromo de Sitges-Terramar, un circuito oval en forma de riñón que es una joya única en el mundo. El trazado de 2 kilómetros fue construido en 1922 y se conserva en estado completamente virgen desde entonces. Afortunadamente, aunque bastante maltratado por el paso de los años, todo el circuito es perfectamente practicable.

© Zero Motorcycles/DSvisualprojects.

Rodar a fondo con una moto eléctrica en un circuito de 1922 fue una experiencia alucinante. Lo hubiera sido con cualquier moto, pero con una máquina 100% eléctrica los contrastes entre pasado y presente se magnificaron. Las dos semirectas del circuito se encuentran actualmente en bastante mal estado y exigen reducir la velocidad para salvaguardar la integridad de la motocicleta y del que va encima, pero las dos curvas peraltadas son perfectamente utilizables a pesar de los baches.

En las dos semirectas, los conos que señalan los desperfectos en la superficie del trazado invitan a tomárselo con bastante calma en la primera vuelta. En la segunda ya se dispone de la confianza suficiente para encarar a velocidad máxima y rodando por una pared casi vertical cualquiera de los dos peraltes que, para más inri, son completamente ciegos.

© Zero Motorcycles/DSvisualprojects.

Mientras completábamos la última parte del recorrido, a un ritmo un poco más pausado y con el selector de potencia colocado en posición Eco para preservar la carga de la batería, nos acordamos nuevamente de la apuesta de Zero Motorcycles: nada de scooters pequeños para ir al trabajo, sino motos para pasárselo realmente bien, incluso en un circuito oval de 1922.

© Zero Motorcycles/DSvisualprojects.

El poder de los pequeños detalles

Zero Motorcycles produjo sus primeros prototipos de motocicleta eléctrica en 2006, hace un suspiro, y todavía hoy su capacidad de producción es reducida. Los años iniciales de la empresa se han dedicado básicamente a producir un sistema de propulsión eléctrica que hoy, 21 de marzo de 2012, es el mejor que puede comprarse en un concesionario de motos.

© Zero Motorcycles/DSvisualprojects.

Esta focalización en el sistema de propulsión ha dejado sin embargo en un segundo término pequeños problemas de diseño, en general detalles de fácil solución, que probablemente no hubieran pasado desapercibidos para un fabricante de motos tradicional. Por ejemplo, algunos aspectos de la ergonomía. En la Zero S especialmente, por su tamaño más reducido, es difícil encontrar una posición cómoda para las rodillas sobre el chasis, que en la parte superior presenta un pequeño reborde. El asiento en ambos modelos es también exageradamente duro. Un poco más de mullido hubiera suavizado el trayecto ya que las suspensiones cuentan con un tarado tirando a duro.

© Zero Motorcycles/DSvisualprojects.

El puerto de la toma de carga de la batería se encuentra situado, probablemente, en el peor sitio posible: en la parte delantera y muy bajo, completamente expuesto a la suciedad expulsada por la rueda delantera. Tampoco hay un espacio específico para guardar el cable de carga, y el selector de potencia Eco/Sport es de difícil utilización en marcha. En Zero Motorcycles están perfectamente al corriente de ello, y nos aseguraron que la actualización 2013 resolverá buena parte de estas circunstancias.

© Zero Motorcycles/DSvisualprojects.

Comparaciones inevitables

Hoy por hoy, cualquier fabricante de motos eléctricas sabe que, cuando lance un nuevo modelo al mercado, éste será inevitablemente comparado con las motos de gasolina, y la comparación tiene una parte de injusticia y una parte de lógica aplastante.

© Zero Motorcycles/DSvisualprojects.

Injusticia porque no todos los puntos fuertes de unas y otras son a menudo tomados realmente en serio. El mantenimiento de la moto es un ejemplo clave, que en el caso de las eléctricas es prácticamente nulo. Zero Motorcycles ha diseñado la batería para que dure toda la vida útil de la moto, unos 3.000 ciclos completos de recarga o 495.000 kilómetros, y cada carga se calcula en una media de 1,34 €. Otro es el inevitable factor ecológico del que siempre nos acordamos cuando nos levantamos de la cama, miramos por la ventana y vemos que el cielo de la ciudad está cubierto por una neblina amarillenta. Una ciudad sin tanto ruido ambiental sería también bastante más agradable.

© Zero Motorcycles/DSvisualprojects.

Pero lógica aplastante porque, al fin y al cabo, las motos son vehículos de dos ruedas que sirven para desplazarse de A a B, y lo que pase entre ambos puntos es asunto del conductor. El precio de compra de las motos eléctricas sigue siendo uno de sus principales factores en contra. Las Zero S y DS ZF9 (la versión más potente) están disponible por 13.995 €, mientras que sus correspondientes variantes de 6 kWh (ZF6) cuestan 11.495 €. La propuesta más urbaninta de la firma norteamericana, la Zero XU, con una autonomía de 68 kilómetros y una velocidad máxima de 105 km/h, se comercializa por 7.695 €, y las opciones de enduro (X) y motocross (MX) están disponibles por 9.945 € y 9.495 € respectivamente.

© Zero Motorcycles/DSvisualprojects.

Más allá de las comparaciones, y después de una completísima jornada a lomos de una moto eléctrica que funciona, y que funciona muy bien, lo que queda claro es que conducirlas es una experiencia bastante diferente. En Zero Motorcycles saben que, hoy por hoy, el usuario de una moto deportiva con motor de combustión difícilmente optará por una moto eléctrica. Es por ello que su principal objetivo no es estrictamente vender motos, sino vender una nueva experiencia de movilidad, y como tal es realmente interesante. Y engancha.

  1. Alejandro Alvarez Pelaez dice:

    Ya llegan las tan esperedas motos electricas 2012 de Zero Motrocycles

  2. Que alegríaaaaa !! tendríamos que organizar ahora una salida todos nosotros juntos .. - no estaría mal ??? jajajaja

  3. mira Roger.. deixa que el litre es vagi acostant als 2 euros i després parlarem del que faran els motards empedernits. ;-D

  4. caca futi pura y dura hermanos...

  5. Una pena que no nos invitasen al evento, me ha parecido una torpeza por parte de Zero dejar fuera a parte de la prensa, sobre todo al especializada cuando les supondría un gasto cero.

Deja un comentario

Subir