El nuevo motor de 998 c.c. se aprovecha de su cigüeñal de tipo Crossplane y de mucha electrónica para obtener 200 CV a 13.500 rpm y con un par máximo de 112.4 Nm a 11.500 rpm. La electrónica también juega un papel importante en la dinámica del modelo, al ya habitual ABS, Yamaha añade el sistema PWR de entrega de potencia, que permite seleccionar hasta cuatro niveles programados para la respuesta del motor, además de un avanzado sensor de inercia IMU, que controla el nuevo control de tracción y el sistema Anti-Wheelie.
Estéticamente encontramos una imagen inequívocamente deportiva, con los grupos ópticos delanteros de tipo oculto, incrementando su imagen de moto de Gran Premio, en la que las tapas simplemente cumplen su función aerodinámica, sin formas premeditadamente dramáticas en cuanto a sus líneas.
[fichetecnica]