Suzuki GSX-R1000. Precio y todo lo que debes saber

El mercado de la motocicleta ha cambiado una barbaridad. Desde que saltara la crisis en el 2008, los fabricantes se han tenido que ir adaptando a las necesidades y un segmento, que siempre ha sido una vorágine sin control, hoy es uno de los más tranquilos. Tranquilo en cuanto a novedades y lanzamientos, no en cuanto a prestaciones pues hablamos de las deportivas, máquinas que se renovaban ‘de media’, cada dos años. Ahora, este sector se lo toma con más calma, aunque siguen siendo tremendamente interesantes, como la nueva Suzuki GSX-R1000.

Mucho tiempo llevaban en Hamamatsu sin renovar su Superbike, una de las monturas más apreciadas de la categoría y como toda ‘Gixxer’, acumula una legión de seguidores abrumadora. Siempre se ha considerado como una de las mejores motos deportivas desde que llega al mercado hace varios años. Muchos de hecho, en plena locura de los fabricantes japoneses que no había manera de seguir si no te pasabas el día pendiente del tema y encima, para que las únicas novedades fueran nuevas decoraciones o rebajar un puñado de kilos (nunca más de 3 ó 4) o ganancias de potencia, (nuevamente, nunca más de 3 ó 4). Remarcar que son siempre cifras declaradas, pues luego, a la hora de la verdad, ni había rebaja de peso ni ganancia de caballos.

Hechos que se han quedado en el pasado y que por tanto, vamos a olvidar y así evitar liarnos con temas que ahora no interesan demasiado ya que ahora todo es algo más coherente y con un ritmo más normal, recibiendo novedades auténticas, como en el caso de la nueva GSX-R1000 aunque con este modelo deberíamos decir que estamos ante una moto completamente nueva, ya lo vimos a finales de 2016, pero aprovechando su presentación en Phillip Island y el anuncio de sus precios, vamos a volver a repasar las novedades que no son precisamente pocas.

La nueva suzuki GSX-R1000 se presentó a modo de prototipo en el ECIMA 2015 y el modelo de producción es prácticamente un calco. Una moto diseñada para emular a la GSX-RR de MotoGP, con la que Suzuki regresa al Mundial de Velocidad. Sigue siendo ‘muy Suzuki’, cada rasgo cada forma; no hay nada que no se vería en cualquier otra moto creada en Hamamatsu. Esto puede ser una ventaja o una clara pega, pero claro nos queda a todos que la personalidad ‘de marca’ no se descuida. Muchos menos tratándose de la ‘Gixxer’ 1000.

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Bajo esta nueva vestimenta tenemos muchas más novedades. el chasis es nuevo, con unas dimensiones algo más reducidas y un 10% más ligero pero manteniendo su convencional característica ‘doble viga’ de aluminio. Yamaha sigue ‘apoderándose’ de su invención, pero para nosotros siempre será un ‘chasis Cobas’. A este doble viga se acoplan sendos elementos Showa para suspensiones, destacando la horquilla ‘Big Piston Front’ (BPF), así como frenos Brembo y gomas Bridgestone Battlax RS10.

En el centro del chasis se encuentra un tetracilíndrico de 999 centímetros cúbicos con distribución variable de válvulas como una primicia en el sector, capaz de rendir 202 CV a 13.200 rpm y 117 Nm de par máximo a 10.800 rpm. Desde Suzuki aseguran que la combinación del VVT (distribución variable), el nuevo escape 4-2-1 y los inyectores de nuevo diseño, permite aumentar la potencia del conjunto en un 5% sin sacrificar el empuje desde bajo régimen.

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Sentimos recordar a muchos lectores que se trata de una máquina del Siglo XXI y por ende, plagada como ninguna de electrónica. Esquipa la unidad de medición inercial (IMU) casi obligatorio, responsable del funcionamiento del control de tracción con 10 posiciones, el asistente en bajas revolución es, el sistema Suzuki Drive Mode Selector con tres mapas de potencia, el ABS, control de salida…

La nueva Suzuki GSX-R1000 llega en dos versiones. La ‘normal’ que costará 18.899 euros y la Suzuki GSX-R1000R, cuyo precio sube a los 20.999 euros. Ambas versiones se diferencian principalmente y como viene siendo costumbre, por elementos del bastidor como la horquilla y el amortiguador BFS (suspensión libre de balanceo).

Un proyecto que comenzó a tomar forma hace nada menos que siete años, pero se vio totalmente afectado por la crisis haciendo que Suzuki centrara su atención en otros segmentos y después, por el terrible terremoto que asoló Japón en 2011. Seguro que ha merecido la pena la espera.