Motus MST-R Carbon 2017

Motus MST-R Carbon 2017

Siempre hay, sin importar el ámbito o el mercado, cosas que marcan la diferencia. Ya sea por su diseño, por las soluciones empleadas o por vete a saber que. Entre las motos fabricantes ‘especiales’ que juegan la baza de lo exclusivo y de lo diferente como Motus, que van por su tercer año de vida comercial y que presenta la Motus MST-R 2017, una sport turismo de estética extremadamente personal y un motor característico, un tanto apartado de lo acostumbrado en el segmento.

La mecánica de la Motus MST-R Carbon 2017 sigue siendo un V4 longitudinal de 1.650 centímetros cúbicos con 185 CV, inyección y cambio de seis velocidades. Y decimos que sigue siendo porque se trata de una edición especial de la sport turismo que destaca por un traje fabricado con paneles de fibra de carbono y se acompaña por unas bonitas llantas BST de 17 pulgadas fabricadas en el mismo material. También recurre a suspensiones Öhlins totalmente ajustables con horquilla NIX30 y amortiguador trasero TTX36, así como frenos Brembo M4 Monobloque.

Se trata de una moto muy particular, un tanto especial quizá para el mercado europeo y más en línea con los gustos americanos. No se puede decir que sea una moto fea, pero sí muy personal. Tampoco podemos decir que sea una máquina 100% yankee. Motus, aunque es una compañía americana, fabrica motos diferentes a las típicas cruiser y custom. Podemos decir que sigue un camino propio al estilo de la extinta Buell.

Motus MST-R 2017

Esta Motus MST-R 2017 ‘carbonada’ no será una moto barata, aunque no se ha comunicado precio, la versión ‘normal’ cuesta 30.000 euros y los paneles de fibra de carbono no son baratos. Tampoco esperes verla en Europa.

Motus comenzó con el desarrollo de la MST-R como prototipo de Pratt & Miller Engineering, siguiendo posteriormente un proceso de pruebas durante muchos kilómetros por carreteras americanas basadas en ensayo y error y anotando todo detalladamente para poder evolucionar el modelo y perfilar detalles, así como mejorar la fiabilidad, lo que obligó a desechar la inyección directa planeada desde el comienzo.

Fueron varios años de desarrollo empezando completamente desde cero, lo que supone todo un atrevimiento y un trabajo bastante encomiable. Son motos muy exclusivas, con motor fabricado en aluminio, chasis tubular de acero al cromo molibdeno, acelerador ‘by wire’ y material de la máxima calidad.

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