Historia de la Honda CB 750 original, la primera superbike

La industria del motor japonesa de posguerra evolucionó desde prácticamente la nada hasta convertirse en una referencia mundial, asentándose en los distintos mercados internacionales poco a poco, década tras década.

Aunque si bien la industria automovilística logró introducirse gracias a productos racionales, de corte económico, que podían presumir de su economía de adquisición y uso, además de una fiabilidad a toda prueba, la industria de la moto japonesa logró imponerse en los distintos mercados internacionales debido a todo lo contrario, gracias a sus productos de alto rendimiento y de elevada carga tecnológica.

El mercado de las dos ruedas a finales de los sesenta y principios de los setenta era bien diferente al de diez años después, la tradicional industria europea de la motocicleta, sobre todo la británica, no supo hacer frente a los productos llegados del país del sol naciente, muchos de ellos grandes productos comerciales, pero algunos de ellos auténticos modelos revolucionarios, como es el caso de la Honda CB 750.

Nacida en 1969, la Honda CB750 y su motor transversal refrigerado por aire de cuatro cilindros en línea supuso no solo un gran salto con respecto a las deportivas de entonces, sino que sentó las bases sobre las que se medirían todas las demás desde entonces, no en vano fue el primer modelo para el que se empleó el termino superbike.

Si bien la disposición del motor transversal de cuatro en línea no era una idea nueva, Honda lo popularizó con este modelo, que supuso la primera deportiva de cuatro cilindros y frenos de disco verdaderamente asequible y cómoda de manejar en el día a día. Lo cual hizo ganarle elogios en toda la prensa internacional del motor.

honda CB750 1969 (3)Actualmente todavía conserva los honores y admiración de numerosas publicaciones y entidades, formando parte destacada de la historia de la industria japonesa y presente en varios salones de la fama de museos de motocicletas.

La CB 750, que volvió casi obsoletas de un plumazo a todas sus competidoras, nació fruto de la casualidad, otro ejemplo más del astuto enfoque de su creador, el visionario Soichiro Honda, fundador de la marca japonesa.

Hasta ese momento, Honda fabricaba motores hasta 650 c.c., como todos los fabricantes japoneses, debido a las fuertes restricciones y cargas impositivas del país nipón, por lo que todo su catálogo, incluidos los modelos dedicados a la exportación, estaba fuertemente influenciado por las costumbres y usos japoneses, a pesar de que algunos mercados solicitaban a la empresa modelos de mayor tamaño y cilindrada.

Hasta que, al parecer, en un viaje a Europa, el propio Soichiro reparó en un policía montado en moto, que le parecía en un principio pequeña, hasta que reparó que el hombre en cuestión era bastante grande, lo que le llevó a la conclusión de que en algunos mercados más grande podía ser mejor.

De ahí nació el germen del que a la postre sería el modelo que cambiaría las reglas del juego para siempre. Bajo el nombre en código ‘Nanahan’, la marca comenzó a desarrollar un modelo de 750 c.c. capaz de desarrollar unos 67 caballos de fuerza, uno más que el bloque Harley-Davidson 74, de 1200 c.c. y 66 CV.

honda CB750 1969 (2)El motor fue montado en una versión mejorada del bastidor de la serie CB, empleado entonces en modelos como la CB 450, ya en aquel entonces los modelos más vendidos de la marca en todo el planeta y su anuncio en enero de 1969 supuso el despegue inmediato de la demanda, que la marca a duras penas lograba satisfacer.

Su potencia, especificaciones, sin olvidarnos de su manejabilidad, precio y la robustez mecánica de su cuatro cilindros, supuso poner al alcance de la mayoría de los bolsillos la que fue la primera superbike de la historia, y que contribuyó enormemente a lapidar la industria tradicional de motocicletas, sobre todo la británica.

Diez años fue mantenida en catálogo, durante los cuales el mundo de la moto cambió radicalmente, además de participar con éxito en numerosas competiciones por todo el planeta y suponer, con sus más de 400.000 unidades vendidas, uno de los mayores aciertos y éxitos de venta de la marca japonesa.

  1. Quinholas dice:

    Preciosa, ya me gustaría tener uns

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