Triumph Bonneville Bobber 2017

Triumph Bobber 2017

Triumph Bobber 2017

Triumph está apostando fuerte por el segmento de las motos ‘vintage’ con una nueva montura que toma como base la Bonneville T120 y con la cual, propone nada menos que 10 opciones ‘neoclásicas’ en su gama. Por ahora, la Triumph bonneville Bobber es la más radical en cuanto a concepto, una versión custom ‘old school’ enfocada a los más puristas y que toma como referencia el ejercicio de estilo presentado en el EICMA de 2014, la Triumph TFC-1.

Las opciones en este segmento ‘de fábrica’ y no creadas por aficionados son bastante pocas, a lo mucho podrían meterse en la pelea las Moto Guzzi V9 Bobber, la Harley-Davidson Forty-Eight o la Yamaha XV950R Bolt ya que juegan bazas parecidas como son el minimalismo, una personalidad muy acusada o incluso muchas posibilidades de personalización adicionales.

Para la creación de la Bonneville Bobber, Triumph emplea un nuevo conjunto de chasis y basculante que busca simular un ‘hard tail’ con un asiento monoplaza regulable en altura y distancia que tiene debajo, el monoamortiguador inclinado y oculto. Para potenciar el aspecto bobber, toda la zaga es completamente minimalista, las estriberas están ligeramente adelantadas y el manillar es del tipo plano, aunque también se puede optar por uno de tipo cuelgamonos como se puede ver en las fotos.

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Entre las piernas, el motor de la ‘Bonnie’, un 2 cilindros en paralelo y refrigerado por agua, culata de 8 válvulas, cigüeñal calado a 270 grados y una cilindrada de 1.200 centímetros cúbicos. Exclusivamente para la Triumph Bonneville Bobber, el motor cuenta con una configuración ‘High Torque’ (HT) con la que buscan una entrega de par más generosa a bajas revoluciones. Así mismo, incorpora admisión y caja del filtro específicos, un nuevo escape de acero inoxidable con terminales rectos y colocados más abajo y extremos biselados, cuyos catalizadores están ocultos. Un detalle de buen gusto es el sistema de inyección camuflado como unos falsos carburadores Amal.

Triumph no ha dejado detalles al azar, por eso las suspensiones dejan su recorrido al mínimo, equipa llantas de radios con medidas únicas en la firma británica: 19x2,5 pulgadas y 16x3,5 pulgadas, calzadas con neumáticos Avon Cobra AV71/72 en medidas 100/90 R19 y 150/80 R16. La instrumentación también se ha reducido a lo exclusivamente necesario, es decir, un único reloj analógico con display digital inferior y un detalle que destaca por modernidad pero por suerte, no desentona, y es un indicador de marcha engranada, odómetro, cuentakilómetros parcial doble, indicador de autonomía y de mantenimiento, nivel de combustible y los ajustes del control de tracción.

Pero a pesar de su imagen radical y minimalista, la tecnología del Siglo XXI está presente aunque escondida. Dispone del mencionado control de tracción, faros con tecnología LED, ABS, inmovilizador… todo combinado con detalles estéticos como un buje trasero que simula un tambor de freno, fuelles en la horquilla, llave de contacto lateral o una caja de batería sujeta con una cincha de acero.

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